La historia interminable de Bea, la fea

Es sorprendente que una serie, véase telenovela (un género lento, pasteloso y de largo recorrido), tenga éxito en España tanto con su versión original, como con un remake años después. Fue el caso de Yo soy Betty, la fea y su remake español de Telecinco, Yo soy Bea.

En el año 2001, Antena 3 estrenó Yo soy Betty, la fea, una producción colombiana de RCN Television Colombia y escrita por Fernando Gaitán. La serie nos mantuvo a muchos enganchados cada tarde a ver si Beatriz Pinzón era capaz de pegarles una buena patada en la cara a todos y mandarlos a pasear, también porque queríamos ver cómo el prefabricado patito feo se convertía en una super princesa como si de una película de Disney se tratara. En mi casa no quitábamos ni la mesa hasta que no se acababa Betty, y yo tenía 16, pero mi padre unos cuantos más, por lo que creo que enganchó a pequeños y mayores de todos los géneros, de hecho fue líder de audiencia en la sobremesa, más aún cuando los capítulos finales se acercaban y todos querían ver la transformación.
Yo soy betty, la fea tuvo un total de 338 capítulos de media hora y un share del 50 por ciento en Colombia, todo un éxito, una bomba mediática.

Años después Telecinco decidió hacer su propio remake: Yo soy Bea, una arriesgada apuesta tras haberse emitido una serie con "parecido guión" en Antena 3. En 2006 con una producción de Grundy Producciones bajo licencia de RCN Televisión Colombia comenzó la adaptación a la serie, que se mantendría más de tres años en parrilla, con un total de 774 episodios, y con un cambio de actriz incluido. La serie contaba la misma historia que la original: Beatriz Pérez Pinzon, una chica poco agraciada a la hora de elegir gafas, peinado, aparato dental y ropa, entraba a trabajar como secretaria en una empresa de moda (en este caso una revista de moda y no un lugar de confección en concreto) en la que se enamoraría de su jefe, haría amigas y alguna gente se las haría pasar canutas "por fea" y para aprovecharse de su inteligencia. Cuando el ansiado día de la transformación llegó, Telecinco quería seguir rentabilizando la serie, así que introdujo otra Bea en el guión (la amiga que pone guapa a la protagonista) y cuando el patito feo echó a volar, la serie continuó con nuevas tramas. Los actores de esta versión fueron Ruth Núñez y Alejandro Tous.
No sólo en España tuvimos nuestro propio remake, alrededor del globo son muchos los países que han producido su propia serie basada en la idea original de la telenovela colombiana.
- España: Yo soy Bea
- Alemania: Enamorados en Berlín
- Grecia: Maria, la fea
- Turquía: No consigo trabajar sin ti
- Holanda: Lotte
- Estados Unidos: Ugly Betty
- Rusia: No naciste linda
- México: La fea más bella
- India: No hay nadie como Jassi
- Israel: Esti, la fea
- Bélgica: Sara de Roose
- Croacia: No te rindas Nina
- República Checa: Katka es fea
- Filipinas: I love Betty la Fea
- China: La fea sin rival
Uno de los remakes más famosos es Ugly Betty, producido por Salma Hayek para Estados Unidos y con America Ferrara en el papel de Betty Suárez. La serie americana ha tenido un gran impacto mundial y ha sido distribuida en más de 30 países, muchos de los cuales ya habían emitido la original y un remake propio, como en el caso de España, donde Ugly Betty comenzó a emitirse en Cuatro sin mucho impacto en la audiencia.
Sin entrar a cuestionar la calidad de la trama o la moraleja de la misma, lo cierto es que no puede negarse que la historia moderna y reinventada de "La Bella y la Bestia" -de la "fea" que se enamora de su jefe, con el que cree salir pero la está utilizando, y a su alrededor la mayoría la desprecian, hasta que un día deja a todos con un palmo de narices al convertirse en una princesa de ensueño-, lleva casi diez años triunfando en nuestra sociedad. ¿Por qué será? ¿Tendremos que hacernos mirar nuestros cánones éticos?