
El drama de intriga de AMC The Killing, ha renovado por una segunda temporada de otros 13 episodios después de una exitosa temporada 1 donde el asesino de Rosie Larsen continúa sin haberse descubierto.
El remake de la serie danesa con el mismo nombre, ha sido para la cadena por cable AMC el segundo mejor estreno de la temporada (2,7 millones de espectadores), por lo que la decisión no sorprende a nadie. Cuando The Killing comenzó, parecía una serie de una sola temporada: un crimen y su investigación, pero los guionistas se las han arreglado para presentar una trama llena de posibilidades donde todos los personajes principales son dignos de investigar y cada uno de ellos esconde secretos.
David Madden, presidente de los estudios Fox Television, productores de The Killing, comentó:
"El suspense de la investigación de cada episodio, y la intensidad emocional de los personajes durante toda la temporada, le da a este programa una calidad visceral que lo hace increíblemente poderoso para televisión. Muchos fans han apostado por esta serie y estamos emocionados de traerla de vuelta por una nueva temporada."
Un solo episodio queda para que termine esta temporada, la season finale se emitirá el próximo domingo día 19 y aunque así es, lo cierto es que la intriga cesó capítulos atrás cuando cerraron la implicación de Bennet en todo el asunto. Desde entonces, han estado rodando en círculos, incluso con capítulos de relleno, aunque descubriendo nuevas pistas que permiten reconstruir parte de la noche de Rosie.
Recordamos que The Killing se estrenó el 3 de abril, presentando un drama policíaco en el que la aparición del cuerpo sin vida de una joven en el maletero de un coche en un lago, daba comienzo a una investigación para encontrar a su asesino. Un moderno Twin Peaks (¿Quién mató a Laura Palmer? ¿Quién mató a Rosie Larsen?) que no parece que vaya a tener implicaciones alienígenas, sino políticas en todo caso.
A un capítulo de la finale, la investigación en The Killing sigue su camino, así como las elecciones a alcalde y los problemas personales de la detective Linden, los tres pilares de la serie que de algún modo parecen conectarse de manera natural. Aunque es una serie de intriga, el ritmo lento de la acción juega en su contra para mantener atentos a los espectadores. Y también un segundo factor: el público no puede escoger un sospechoso para realizar su propia investigación paralela, no hay pistas inconclusas ni varias líneas de investigación, sólo un puñado de personajes sin motivos aparentes y nuestras ganas de que nos sorprendan con una trama que aún no podemos imaginar, por eso seguimos viéndola, porque AMC ha conseguido con tanta investigación frustrada, que nos preguntemos ¿quién mató a Rosie Larsen? Y que queramos descubrirlo, aunque tengamos que seguir su ritmo.