Did I fall asleep?

Echando la vista atrás a las cancelaciones de este año, para mí la más sentida fue la de Dollhouse. Tenía grandes esperanzas puestas en la serie de Whedon, y aunque la primera temporada comenzó floja, poco a poco fue cogiéndose, para finalizar enseñándonos un trozo de futuro por el que esperamos ansiosos la segunda temporada. En ella, obtuvimos más de esa irregularidad y tuvimos que decirle adiós, con una audiencia que agonizaba desde antes de renovar para la segunda temporada y que no consiguió remontar el vuelo en ningún momento.
El final de Dollhouse nos recordaba más a una película de acción que otra cosa. Una película con argumento atropellado, donde los tiros son la música de fondo. Desencajaba del resto de la serie, para bien.
A mí, de hecho, me recordó a Left for Dead: sobre todo cuando Víctor abre la furgoneta y aparece Echo armada con una recortada disparando a los zombies... ¡eso era el videojuego de Valve!

La realidad de 2020 que nos presenta Dollhouse solamente al término de la serie, bien habría podido ser una serie por sí misma: quizá si la proporción hubiese sido diferente: 90 por ciento en el futuro, 10 por ciento recordando como era la Tierra antes del invento masivo de Topher. Quizá si hubiésemos tenido que descubrir qué había tras el desastre, y no acompañar a los personajes mientras el desastre se estaba formando... Quizá si en vez de prostituir, hacer pasar por una madre, hacer de Ángela Langsbury con su propia muerte... a la pobre Echo, hubiésemos sabido más sobre Caroline o Rossum... ¿Quizá la audiencia se habría portado mejor?
Quizá si Whedon hubiera tenido mayor libertad y la serie se hubiese parecido más a los últimos capítulos de las escasas dos temporadas de 13 episodios que ha tenido...
Otra cancelación para Whedon

Tras dos temporadas llenas de altibajos, Whedon dijo adiós a otra serie: no nos gusta esta fea costumbre con las series de Whedon. Si bien es cierto, Dollhouse tuvo unos capítulos regulares al inicio y mitad de la primera temporada, y un inicio de segunda decepcionante, en general nos ha traído algunos capítulos muy buenos, llenos de secretos y acción; de conflictos de moralidad como el uso del cuerpo humano, la separación de la mente y el cuerpo, el avance de la ciencia por encima de la ética...
Pero los números no acompañaron de nuevo a uno de los mejores directores de ciencia-ficción. Sigo sin comprender la cancelación de Firefly, simplemente incomprensible.
Dollhouse fue una brillante idea, que durante unos cuantos capítulos perdió el norte (¿era necesario vestir a Duzkhu de castigadora o de mamá?) y que intentó mantener el trasfondo de Caroline demasiado tiempo, sin dar pistas del desenlace. Así, tuvimos un desenlace la mar de entretenido con todas las ideas que se agolpaban en la mente de Whedon soltadas de golpe.