
La pregunta sigue en el aire: ¿Quién mató a Rosie Larsen? La primera temporada de The Killing ha terminado sin acercarnos al asesino, aunque con dos capítulos finales llenos de acción, mentiras y traiciones que nos hacen esperar a la segunda temporada curiosos aunque un tanto decepcionados.
En The Killing, la investigación del asesinato de Rosie Larsen, la carrera política de Richmond y los problemas personales de Linden han sido los pilares básicos de toda la temporada, y la season finale explotó estas tres vertientes al máximo.
La línea de investigación de Beau Soleil siguió adelante hasta dar con el supuesto asesino, el candidato a la alcaldía de la ciudad de Seattle, Richmond, que en un periodo de debilidad tras la muerte de su esposa, había contratado habitualmente los servicios de diferentes señoritas de Beau Soleil, entre ellas podría estar Rosie. Con su detención, Sarah Linden creía que por fin el caso se había acabado y que era hora de irse a Sonoma con el hombre que espera casarse con ella, pero nada ha terminado.
Con el candidato a alcalde (todas las encuestas a su favor) entre rejas, el gran cliffhanger de la season finale fue la terrible traición del compañero de Linden, Holder, a quien vimos subirse en un coche con un misterioso conductor (o conductora) y comentar que la jugada de incriminar a Richmond había dado resultado. Sin embargo, si algo nos ha divertido durante los trece capítulos de The Killing, es el juego de investigaciones paralelas: Linden y Holder siempre se han enterado de todo a la vez por vías diversas, dos maneras de trabajar, dos sistemas. Y la manipulación de pruebas de Holder, llega a oídos de Linden al mismo tiempo que él la confiesa al espectador, aunque esta vez Holder tiene más información sobre esto que la detective.
A pesar de que lograron sorprendernos, el capítulo final de la primera temporada deja un sabor a decepción. La investigación en sí no ha avanzado nada y el espectador se marcha casi como llegó, sin pistas de quién mató a Rosie Larsen. Eso sí, lo que se ha ido confeccionando a través de los 13 episodios es el peculiar perfil de la adolescente, a la que nadie parecía conocer del todo: sus excursiones en autobús, sus extrañas compañías, su afición por ejercer de señorita de compañía.
La segunda temporada retomará el misterio y en ella descubriremos, con suerte, si Sarah Linden se baja del avión sin llegar a pisar Sonoma, cómo evolucionan las cosas para Richmond y cuál es papel real en la historia, y con suerte, nos acerquemos a descubrir quién y por qué, acabó con la vida de Rosie Larsen.