
MTV estrenó el pasado 19 de julio una nueva serie juvenil, Awkward, un drama adolescente que se centra en el personaje de Jenna, una estudiante muy poco popular cuya mala suerte la convierte en el centro de atención de todo el instituto, de las peores maneras posibles.
Instituto, estudiantes populares, animadoras, jugadores de fútbol, marginados, fiestas y una carta misteriosa... Awkward cuenta con los ingredientes básicos para un drama de instituto y cumple a rajatabla todas las premisas para este tipo de series. Además, nos recuerda en cierta medida a Alguien como tú, la película que protagonizaron Freddie Prize Jr. y Rachael Leigh Cook en 2001, y que tan buena crítica obtuvo dentro del circuito de las comedias románticas.
Awkward se presenta en capítulos de 20 minutos que se disfrutan casi sin darnos cuenta. El piloto es muy divertido y la introducción del personaje principal, Jenna Hamilton, interpretada por Ashley Rickards (One Tree Hill), es bastante peculiar. La serie comienza al final del verano, en los últimos días del campamento de la protagonista en el que se cumple uno de sus sueños: el chico por el que siempre ha estado colada se fija en ella y le propone pasar un rato en el armario de la limpieza. No es nada romántico, pero Jenna accede cegada por lo que siente por él. Antes de comenzar las clases, Jenna recibe una carta en la que básicamente le recuerdan que su vida apesta, mientras la lee decide tomar una aspirina para el dolor de cabeza pero entonces se atraganta, el bote con todas las pastillas va a parar al suelo, se resbala con ellas, cae golpeándose con la bañera y por si fuera poco, el secador en marcha cae en el agua... ¿Ha intentado suicidarse?

Nosotros sabremos que no, pero cómo culpar al resto a la vista de las evidencias. Su vuelta a clase será aparatosa y es que tras fracturarse el brazo, ha de llevarlo de la manera más vergonzosa posible, lo que hace que todas las miradas vayan a parar a ella, lo que se suma a los comentarios de su intento de suicido y los susurros de loser por los pasillos. Para colmo, Mike, el chico con el que estuvo, no para de mirarla, pero actúa como si fuera una total extraña. Tiene que tomar medidas.
En la carta que recibió, además de presentar el hecho de que era una chica totalmente invisible, había una serie de puntos para mejorar su popularidad, ¿por qué no darle una oportunidad a este amigo anónimo? A partir de ahora Jenna intentará tomar las riendas de su imagen en el instituto, pero hay cosas que es mejor no intentar controlar...
Una serie desenfadada, directa, sin tapujos, divertida, muy cómica con las desgracias de su protagonista que además, las publica en Internet para deleite del espectador, que consigue esa visión única de la narradora. Junto a Jenna hay personajes muy variopintos: dos amigas que se mueren por convertirse en populares y poder llenar sus sitios de Internet con muestras de su vida social, una consejera estudiantil manipulable e insegura, que podría traumatizarla más que ayudarla; una madre muy joven que aún se cree adolescente y un grupo de animadoras cuya afición es hacerle su paso por el instituto más duro.
Los números de audiencia de la serie no son espectaculares, de hecho, en su estreno marcó 1,72 millones de espectadores, poco más de la mitad de la audiencia del piloto de Skins US (3,26). Aún así, esperemos que MTV confíe en esta nueva serie.