
El especial Lady Gaga de Glee del pasado martes, Born this Way, ha levantado ampollas en ciertos sectores conservadores estadounidenses, que no han desaprovechado la oportunidad para arremeter contra el creador de la serie, Ryan Murphy, y los valores que su serie transmite.
Born this Way 2x18, con una duración especial de 56 minutos (quince minutos más de lo normal) dedicaba el capítulo de esta semana de Glee a los complejos y a cómo aceptar lo que somos, por encima de las críticas de los demás, queriéndonos por encima de todas las cosas y aceptando nuestras diferencias como algo que nos distingue de forma positiva, y no que nos discrimina. Así, el deseo de Rachel Berry (Lea Michele) de cambiar su nariz, desata una nueva tarea semanal.
Para algunos medios el capítulo no ha sido más que otro capítulo para la agenda propagandística gay de Ryan Murphy. "El instituto William McKinley es el más gay de la historia de la humanidad", ha declarado el crítico conservador Dan Gainor. Él mismo también ha tenido palabras duras para Lady Gaga, una de las homenajeadas en el capítulo. "Todo lo que ella (Gaga) hace, todo lo que Ryan Murphy hace, es intencionadamente provocativo, como si la controversia les ayudara a promocionar sus objetivos", ha descargado Gainor contra ambos creativos, cada uno en su área.
"Esta es claramente la visión de Ryan Murphy de lo que crecer debe ser, no la de la mayoría de los americanos. Es un instituto al que la mayoría de los padres no querrían enviar a sus hijos", ha proclamado Gainor.

Estas declaraciones respaldan las que Victoria Jackson, política conservadora, hizo el mes pasado en las que reprobaba el beso entre Kurt y Blaine, el primer beso de la pareja que tanto nos emocionó.
"¿Habéis visto Glee esta semana? Enfermizo. Y además de alentar el tema gay, se burlaron de los cristianos, de nuevo. Me pregunto cuál es su agenda", escribía Jackson en su columna de World Net Daily. La política hacía referencia al episodio de la competición de los Regionals, en el que Kurt y Blaine comienzan una relación y uno de los grupos participantes en la lucha de coros entona canciones católicas con el objetivo de ganarse a una de las integrantes del jurado, una monja que antes había sido streaper.
Desgraciadamente, señores de la derecha más conservadora de Estados Unidos, el acoso escolar existe, desgraciadamente para ustedes la diversidad sexual también y no tiene que ser tabú ni escondida por las series de televisión. Afortunadamente se tiende a pensar que gozamos de una sociedad que aguanta la crítica y que tolera todas las realidades. Así, unos capítulos no son peores por tratar de la fe cristiana, ni otros peores por ridiculizarla (en realidad fue penoso el capítulo del sandwich de Jesús, pero es otra historia).
Born this Way ha sido un capítulo con cabida para muchas cosas, aunque para muy poca música. En él descubrimos el pasado de Quinn (o Lucy), cómo Rachel ha expuesto sus inseguridades y Noah y Kurt han salido en su ayuda (el No lo hagas de Finn, con el brazo echado sobre Quinn tenía poca fuerza). Tras una temporada prácticamente ausente, Emma ha vuelto a las tramas y ha comenzado a tratar su comportamiento compulsivo obsesivo. Y no podemos olvidar, la operación de Santana para traer de vuelta a Kurt, la despedida de éste de los Wabblers y cómo la exanimadora ha vuelto a quedar expuesta delante de Brittany.