
Olivia Williams, una de las protagonistas de la última serie cancelada de Joss Whedon, Dollhouse, ha declarado que el director ha quedado tan marcado por la última cancelación de su serie, que podría rechazar cualquier proyecto en el futuro. De hecho, Dollhouse ha llegado a su segunda temporada (de 13 capítulos cada una), pero su última serie cancelada Firefly, sólo llegó a emitir por antena once de los catorce episodios filmados.
En Dollhouse, Olivia interpretaba a Adelle Dewitt, una mujer segura y fría que tenía el control de una de las casas de muñecas, en concreto en la que se encuentra el activo más especial de todos: Echo (Eliza Duskhu). El vertiginoso ritmo impuesto tras el anuncio de la cancelación, no dejó que su personaje evolucionase de forma correcta, ni nos dio la oportunidad de conocer cómo había acabado Dewitt trabajando para Rossum.
La actriz británica, que veremos próximamente en The Ghost, de Roman Polanski, ha expresado que le gustaría seguir trabajando con Whedon, pero que no cree que éste haga otra serie nunca, porque está muy quemado por la experiencia.

"Estuve decepcionada (por la cancelación) porque fue hiriente. Sabiendo cada día que alguien podía presentarse y desconectar la iluminación mientras estaba hablando, no es una experiencia que quiera repetir", ha expresado Olivia Williams. "Es duro cuando firmas para de cinco a siete años. Nunca había hecho eso antes y después de los primeros tres capítulos pensé: "¿tengo que hacer del mismo personaje de nuevo?" Siempre he cambiado de personaje, en proyectos de dos meses y después a otra cosa. Así que pensé que tenía que profundizar para mantener esta persona viva para los próximos cinco años".
Con la cancelación, el director tuvo que apretar las tuercas y todo lo que iba a suceder en cinco años sucedió en capítulo y medio, así lo explica Olivia que además añade que fue divertido porque su personaje cambia de mala a buena a mala a buena..., varias veces durante el final e incluso se convierte en alcohólica y lo supera en casi el mismo capítulo.
"He pasado dos periodos de cinco meses geniales en Los Ángeles grabando a un personaje que tenía que vestir ropa fabulosa, y yo sólo tenía que trabajar tres días por semana. No puedo imaginar un trabajo mejor en términos de estilo de vida", ha confesado la actriz.
En la nueva película de Polanski la veremos como Ruth Lang, la esposa de un antiguo Primer Ministro británico que es mucho más inteligente que él, pero que carece del don de gentes para triunfar en la política.