Este martes 21 de octubre se despedía de la audiencia la miniserie Hermanos, una de las grandes apuestas de Telecinco para el arranque de esta temporada. Con seis episodios, la serie ha conseguido mantener una audiencia relativamente fiel en sus primeras cinco entregas, desplomándose en su sexto y último capítulo con 9'1%. En total, la serie ha promediado una cuota del 13,5%, con 2.222.000 espectadores.
Su estreno el pasado 16 de septiembre se saldó con unos aceptables y prometedores 2.615.000 espectadores, con un 15,9% de cuota de pantalla. Estos datos sirvieron para liderar la noche y superar a su principal competencia en el prime time de los martes: Vive cantando. Pero finalmente Antena 3 le ganó el pulso a Telecinco con el estreno de la segunda temporada de Velvet, en la cual Miguel Ángel Silvestre se vengó de Hermanos llevándose toda la audiencia ya que en un principio iba a ser él quien hiciese de Juan.
La serie ha visto como su media se desplomaba tras el resultado obtenido con su último capítulo, seguido por apenas 1.741.000 fieles y un 9,1% de cuota de pantalla, marcando mínimo y siendo la cuarta opción de la noche.
El último capítulo seguía la trama de toda la temporada y pegó un golpe sobre la mesa de emoción. Tras la tragedia en el túnel del AVE, Alberto descubre que su socio no ha tomado las medidas que él le exigió para subsanar todas las irregularidades. Mientras está convencido de que el club pretende hundir su carrera profesional, siente que nadie confía en él, ni siquiera su hermano Juan.

La hija de Virginia y Juan se debate entre la vida y la muerte en el hospital pero finalmente acaba falleciendo y haciendo que esa escena sea la más cruel y emocionante de toda la miniserie. Mientras todos están destrozados por lo ocurrido, Alberto tratará de buscar la manera de demostrar su inocencia con la ayuda de Virginia y Juan para revelar a la opinión pública la existencia del oscuro club que controla en la sombra la actividad política y económica del país y que es el responsable directo de las muertes en el túnel del AVE.
Al final consiguen que la sociedad española descubra al club y acaban siendo detenidos todos los miembros, entre ellos Alberto, acusado también de colaborar con esta organización y culpable de las 21 víctimas fallecidas. Por su parte Virginia se marcha muy lejos tomando un avión y Juan sigue con su mujer y su hijo. Sus caminos se separan por mucho tiempo pero siempre estarán juntos, como hermanos.
