
El último capítulo de la séptima temporada de House nos aguardaba una gran sorpresa. La temporada empezó en la playa, y ha terminado en el mismo lugar, aunque en dos puntos muy diferentes de la historia. Si aquellos primeros planos de la season premiere auguraban una ruta de salida de la miseria habitual de House, los guionistas se han asegurado que con el paso de los capítulos, perdiéramos las esperanzas.

Los habrá que prefieran al House pérfido, agudo hasta llegar a hiriente, manipulador: sociópata al fin y al cabo... todo un personaje de Showtime que se ha colado en ABC. ¿Pero acaso alguien esperaba que el famoso doctor fuera capaz de coger el coche y estamparlo contra la casa de Cuddy? Como decimos, House podía ser muchas cosas, pero ¿un suicida asesino? ¿No se les ha ido de las manos?
El final de esta séptima temporada de House ha modificado por completo la serie: ha dejado sin trabajo, sin un lugar al que volver y ciertamente sin "amigos", al doctor, que en uno más de sus ataques, ungido en la frustración de sus propias debilidades y fortalecido por las drogas (te has tomado en tres días, lo que corresponde a medio mes) ha actuado de una manera irracional y criminal, fuera de los límites incluso para House.
Aquellos que se lamentaban de la partida de Lisa Edelstein como si fuera el fin de Huddy estarán satisfechos de saber que este final de temporada ya había acabado con todas las posibilidades de la pareja, no de volver, si no de hablarse.
El corto caso de la semana en 7x23 Moving On, le sirve a House para darse cuenta que él no ha sido capaz de renunciar a su naturaleza a cambio de ser feliz (más de lo que podría serlo jamás). Es por ello por lo que se enfada con la paciente, porque ella elige esa felicidad, aunque le cueste ciertas características intelectuales que la definen.

Esta temporada, la temporada en la que por fin House y Cuddy emprenden una relación, nos ha enseñado los bajos fondos del protagonista. Los más románticos teníamos la esperanza de que para hacer que lo suyo con la directora del hospital funcionase, House no sólo parecería esforzarse, sino que se esforzaría realmente, pero siempre ha vencido su yo propio al nosotros que Cuddy quería venderle.
Ha sido una temporada totalmente centrada en House, los secundarios han tenido poco que decir y sus tramas han estado muy limitadas, incluso Wilson, aunque con una excepción: Martha Masters, la presencia femenina en el grupo de diagnóstico de House en ausencia de 13 que le ha desafiado durante más de media temporada. Las locuras de House han ocupado la mayoría del tiempo y le hemos visto casarse con una prostituta que quería los papeles, inyectarse medicamentos para regenerar músculo de un experimento en ratas, intentar operarse así mismo en la bañera de su casa y finalmente realizar un alunizaje contra la casa de Cuddy que aunque se ha resuelto sin heridos, sólo el azar lo ha querido así.
La próxima temporada se presenta con muchas preguntas pero la más relevante: ¿se ha acabado para siempre la etapa del Princeton Plainsboro para House? ¿Acaso montará una consulta privada en la costa y se traerá a sus acólitos a un paraíso tropical?