
La cuarta temporada de True Blood comenzó lentamente. Los primeros capítulos sirvieron para situarnos en el año que Sookie Stackhouse perdió jugando a las hadas, a su vuelta, la partida había cambiado, pero la chica de Bon Temps tiene un imán para las calamidades y ha sido llegar ella, y montarse la marimorena. Así, la season finale de la temporada 4 de True Blood ha sido todo lo opuesto a la temporada: disparos, muertes... y por fin Sookie decidiéndose entre Bill y Eric.
Es increíble lo que 45 minutos pueden hacer en una serie... todas las muertes que no ha habido en los primeros diez episodios, se han concentrado en el anterior episodio y en el último con algunas más que sorprendentes.
Cuando parecía que todo el asunto de las brujas se daba por concluido y que disfrutaríamos de un último capítulo con la decisión de Sookie y quizá sexo con el elegido, el penúltimo episodio se llevó esa ilusión cuando Marnie, venida del más allá, poseyó a Lafayette en la última escena, anunciando que la finale iba a ser movidita. ¿Pero tanto?
Cuatro muertos y un funeral es el balance del último capítulo de la temporada 4 de True Blood. El funeral de Tommy, poco sentido y casi innecesario por lo aburrido que ha sido toda la trama de los cambiantes y los hombres lobo, dio comienzo al capítulo, y a partir de ahí las muertes se sucedieron. También hubo tiempo para sexo en la finale protagonizado por una blanquísima Jessica y el hermano de Sookie, una pareja que ha destrozado a una de las mejores de la serie, Jessica y Hoyt, una relación que se fue destruyendo en el lapsus de año que nos perdimos con el viaje de Sookie al paraíso de las hadas.

Entremos en materia, ¿qué personajes no estarán la temporada que viene? El primero en morir fue Jesus, a manos del propio Lafayette-Marnie, y damos gracias porque a pesar de ser un buen partido para el cocinero del Merlotts, toda la historia de brujería se estaba volviendo cansina. Los siguientes podían haber sido Eric y Bill, a punto de ser quemados en la hoguera, pero Sookie, por supuesto, llegó a tiempo con refuerzos, eso sí, matar el malo de la finale a base de palabras para que abandone este mundo... se han visto trucos mejores en anteriores finales. Nan, un personaje sin importancia, fue la siguiente y lo más destacado de su muerte fue el trabajo en equipo de Bill y Eric, a los cuales la autoridad quiere muertos.
Las últimas dos muertes fueron toda una sorpresa totalmente inesperada: Debbie irrumpió en casa de Sookie para matarla y acabó descargando su escopeta en la cabeza de ¡Tara! Con el fragor del momento el siguiente disparo de esa arma fue a parar su propia cabeza, cuando una descontrolada Sookie apretó el gatillo cuando ya parecía que le iba a perdonar la vida. La temporada 4 de True Blood (Sangre Fresca) ha terminado con el hada sosteniendo el cuerpo inerte de Tara e implorando ayuda, pero creemos que poco se puede hacer dada la puntería de Debbie y el charco de sangre del suelo.
Y aún nos queda la gran pregunta: ¿con quién se quedará Sookie? Sólo obtuvimos una respuesta a medias. La joven siguió el consejo de su abuela y plantó a sus dos pretendientes (Oh, Bill). Si creíamos que en la finale tendríamos un tórrido reencuentro con la Pareja de la serie, erramos. Tendremos que esperar a futuras tramas para ver cómo vuelve con Bill...
Para la próxima temporada, los guionistas nos han dejado un par de adelantos al desvelarnos que el temido Russell ha escapado de su prisión de hormigón y el reverendo Newlin ha vuelto a escena...
Una season finale bastante completa la de esta cuarta temporada de True Blood, ¿no? La serie está renovada para una quinta entrega que podremos ver el próximo verano y en la que echaremos de menos a unos cuantos personajes (y de más a otros).