
En la actual temporada 4 de Castle, Kate Beckett está pasando por un momento duro tras la trágica finale que vimos el mayo pasado y la actriz protagonista lo está bordando. A medida que las temporadas de Castle se suceden, una frase se repite: "esta es la mejor temporada de Castle".
La temporada 3 de Castle es hasta el momento la mejor de la serie: por la creatividad que demostraron los guionistas, la química que alcanzaron los personajes y el humor tan bien introducido en un drama policíaco. Pero esta cuarta, que retoma los problemas personales de Kate Beckett potenciados por el disparo que recibió de un sniper en la season finale de mayo, está resultando de lo más interesante.

Stana Katic está bordando un papel que no es nada sencillo. Su personaje, que durante muchos capítulos ha sido la mujer policía, dura pero cercana, a la que hemos visto derrumbarse solo en su casa investigando el caso de su madre, ahora tiene que lidiar con la histeria de haber recibido un disparo, la paranoia de que vuelva a pasar... y eso ha despertado en Kate Beckett un aluvión de sentimientos reprimidos con los que tiene que lidiar al fin esta temporada.
Recordemos que la madre de Kate fue asesinada cuando ella era adolescente (por resumir) y desde que se convirtió en policía su obsesión fue reabrir su caso. Años antes de que Richard Castle (Nathan Fillion) llegase a su brigada del NYPD, Beckett había abandonado la investigación porque dominaba por completo su vida. Durante la serie hemos visto cómo se jugaba con esa trama, de hecho, algunos de los capítulos más interesantes de la serie están relacionados con ello, y precisamente por indagar fue por lo que recibió el balazo.

Ahora, con el recuerdo del disparo y los sentimientos de duelo por la pérdida de su madre a flor de piel, Kate Beckett ha perdido el norte. Y es normal, la detective no quiere dejar de sufrir por su madre, porque entiende que si sigue adelante, si supera lo que hace que cada día se le encoja el corazón, sería como acabar con el lazo que de manera más fuerte le une a ella. Ese sufrimiento continuo la ha mantenido con vida hasta ahora, pero no hay manera de que llegue a ser feliz si no es capaz de hacer las paces con su rabia.
Puede parecerle una traición al recuerdo de su madre, pero el enfado y la rabia sólo hacen que ella no sea capaz de disfrutar más de la vida: pasar de estar contenta a estar feliz. Y esta temporada, con la ayuda del psicólogo y con el conocimiento de que Castle la quiere, la detective está determinada a aprender a cerrar las cicatrices en vez de seguir reabriéndolas para sentir algo. Y atrapar al sniper no es la única vía para ello.

Richard Castle tendrá un gran papel en todo esto (que ya lo tiene) porque Kate, aunque no quiera admitirlo, se apoya en él más de lo que racionalmente querría y el escritor que siempre está en las nubes pero atento a Kate, puede ser la llave para aplacar la crisis de este personaje. Si la temporada pasada tuvieron grandes momentos juntos (discurso destructivo de Beckett aparte, que acabó con el famoso "Castle, go home"), en esta su relación podría afianzarse de una vez por todas, quizá este verano Beckett sí lo pase en los Hamptons.
ABC tiene una gran trama abierta en esta temporada 4 de Castle que seguro que nos conduce a un mayo que nos va a gustar mucho (intuimos que sobre todo a los shippers), y puesto que el público confía en la serie (y cada día más) parece una renovación fija para 2012-2013.