
La séptima temporada de Anatomía de Grey está sufriendo las consecuencias del capítulo "La muerte y todos sus amigos". Y es que mantenerse en antena durante siete años con niveles de audiencia destacados no es fácil, pero rejuvenecer una serie de la noche a la mañana basándose en las consecuencias de un suceso aislado, es arriesgado, pero si funciona, le da una vuelta a toda la serie y consigue revitalizar sus capítulos.
Es lo que Shonda Rhimes ha conseguido con Anatomía de Grey. La serie dramática basada en las desventuras de un grupo de internos y de médicos de un hospital universitario de Seattle, ha resurgido de sus cenizas después de la season finale de la sexta temporada y está creando toda una temporada sustentada en los acontecimientos que sobrecogieron a los personajes.
Recordemos que en la pasada season finale, el Seattle Grace sufrió el azote de un asesino que fue disparando a sangre fría a los médicos del hospital. Su objetivo era acabar con aquellos que se habían encargado del caso de su esposa y que habían determinado desenchufarla de las máquinas cuando su mujer no superó una operación. Sus objetivos, por tanto, eran Derek, Lexie Grey y April. A pesar de que los guionistas no acabaron con la vida de ninguno de los protagonistas principales (aunque la mitad de ellos terminaron con una bala en el cuerpo: Derek, Owen, Álex), el trauma sufrido por todos está marcando la agenda de esta nueva temporada.
Durante esta séptima etapa estamos viendo como los personajes de Shonda Rhimes aprenden a sobrellevar el pasado y miran hacia adelante. Para la creadora de la serie, no podemos hablar de un tema que las personas tengan que cerrar. Así lo explica ella misma:

Clausura es la palabra equivocada para cada uno de mis personajes. Empleo mucho tiempo intentando hacer esto de manera correcta, hablando con consejeros de duelo y leyendo el libro de Columbine y realmente pienso sobre ello, y no quiero minimizarlo. No creo que exista algo así como un cierre. Creo que tú sigues adelante y cambias, y has cambiado, pero no, no creo que esté cerrado nunca.
El personaje de Cristina Yang parece el más afectado por todo lo sucedido, Rhimes se ha centrado en sus miedos y ha obrado un cambio total en la actitud y la personalidad de la cirujana. La siempre ambiciosa Cristina, ahora se muestra miedosa, dependiente y sin rumbo. El personaje interpretado por Sandra Oh, está pasando un proceso de duelo interno, dejando ir una parte de sí misma, una parte que le proporcionaba seguridad. Las cosas no son iguales después de lo vivido, y la doctora Yang, como ejemplo de todos los demás, se replantea así misma, de la cabeza a los pies. El camino a seguir se desdibuja ante la tragedia y retomar el rumbo es doloroso.
Suponemos que esta temporada sólo puede acabar en boda o algo parecido, para espaciar los picos de tensión.